Zarathustra, un Dios que puede bailar - Osho
Zarathustra divide la evolución de la consciencia en tres símbolos: el camello, el león y el niño. El camello es una bestia de carga, obediente, listo para ser esclavizado. Nunca puede decir que no. En la conciencia del camello hay siempre la necesidad de que alguien lo guíe; no puede confiar en sí mismo, no tiene coraje.
El león es el comienzo de un "no" sagrado, es un anhelo de libertad, de destruir las prisiones; el león no necesita de ningún líder, se basta a sí mismo, es un tremendo esfuerzo por romper las cadenas, pero ni aún el león es la cima más alta; la cima más alta es cuando el león atraviesa una metamorfosis y se transforma en niño. El niño es confianza, no es obediencia ni desobediencia... es un sí sagrado.
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